En redes sociales, los algoritmos tienen diferentes propósitos: recopilar datos de la interacción de los usuarios, almacenar contenido, categorizarlo y priorizar la información que se muestra, entre otros. De esta manera, cada red social tiene una forma de mostrar la información. No es lo mismo Instagram, que pivota fundamentalmente sobre elementos visuales como imágenes a TikTok, que se centra en vídeos, o X (antiguo Twitter), una red más de tipo textual.
Además, según explica Alejandro Rodríguez, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid, “las diferentes redes sociales suelen tener un público objetivo muy variado y el tipo de contenido y forma cambia”. Por ejemplo, LinkedIn es una plataforma muy orientada al ámbito laboral, mientras que TikTok o Instagram se centran fundamentalmente en el entretenimiento. Pero en general, existen dos características comunes a todas las redes sociales: “la personalización del contenido y la maximización del tiempo que el usuario pasa en la plataforma. Y es aquí, donde los algoritmos juegan un papel fundamental en las redes sociales”.
En este sentido, las características de cada red social pueden influir significativamente en el funcionamiento de los algoritmos y los objetivos de estos. “Analizando algunas de las principales redes sociales podríamos concluir que Facebook e Instagram usan un enfoque basado principalmente en el interés, la retención y las relaciones mientras que Tiktok aprende rápidamente de las preferencias del usuario, centrándose en maximizar la retención”.
En cuanto a la información que consumimos el profesor de la UPM asegura que “los algoritmos no influyen en la misma, sino que la definen”. De esta manera, las redes sociales hacen uso de toda la información que puedan recopilar de nosotros para mostrarnos lo que creen que más nos va a interesar. Para ello “usan toda la información -que realmente les damos voluntariamente-, por ejemplo de nuestro perfil, desde datos relativos a qué nos dedicamos, dónde vivimos o nuestros intereses a las múltiples interacciones que tenemos en la red social”.
Por último, esta personalización que los algoritmos de las redes sociales aplican para optimizar la experiencia del usuario “pueden dar lugar a la formación de filtros burbuja o cámara eco. Esto ocurre cuando los algoritmos priorizan mostrar contenido alineado con los intereses, creencias o comportamientos previos del usuario, lo que reduce la exposición a perspectivas distintas o contrarias”. A medida que el contenido mostrado refuerza las ideas existentes, el usuario puede tener una visión distorsionada de la realidad, creyendo que sus opiniones son mayoritarias o las únicas.
Novedades en RRSS: “No sería raro tener vídeos que resuman el contenido de una noticia escrita”
Las redes sociales se van adaptando a las nuevas tecnologías, algoritmos y, en general, a cómo cambia la sociedad. Es el caso de algunas redes sociales que tratan minimizar las denominadas fake news. En este contexto de mejorar la revisión de contenido que pueda ofrecer la plataforma se espera, según explica el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, “que los algoritmos puedan también identificar y limitar el contenido dañino de forma automática, así como empezar a introducir algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) que permitan generar contenido automático como subtítulos, resúmenes o imágenes, (por ejemplo, avatares). De esta manera “no sería raro empezar a tener vídeos que resuman el contenido de una noticia escrita, imágenes o vídeos. Además, tecnologías como la realidad aumentada o virtual podrían acabar siendo la nueva forma de interacción con las redes sociales y sus usuarios”.
Instituciones que abandonan X (antiguo Twitter) por su carácter antidemocrático
Son muchas las instituciones que han empezado a abandonar X como, recientemente, en el contexto universitario español ha hecho la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). En opinión del catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, “las instituciones son soberanas para decidir en qué redes sociales, plataformas o medios están presentes” y en referencia a ciertas redes sociales, como es el caso de X, afirma que, “aunque se esté poniendo en duda su integridad y neutralidad por parte de ciertas instituciones, siguen siendo redes mayoritarias y son un altavoz de mucha más potencia que otras redes alternativas como mastodon o Bluesky”. En este sentido y desde un punto de vista de difusión de la información, “creo que estas iniciativas no van a permitir a estas instituciones que sus mensajes lleguen a un público tan amplio como el que les puede ofrecer X y, por lo tanto, limitan el alcance de sus mensajes, reduciendo la diversidad de perspectivas en debates públicos”, concluye.